El
último peldaño
El presidente Sebastián Piñera
pretende bloquear el segundo retiro del 10% de los fondos previsionales de los
chilenos al enviar el proyecto que fue aprobado por 130 parlamentarios (83%) de
la Cámara de Diputados, al Tribunal Constitucional (TC) para impedir que la
iniciativa se convierta en ley.
El Mandatario dio un paso en
falso pues no parece estar consciente de la realidad que vive el país tras el
Estallido Social, la Pandemia y la consecuente crisis económica que afecta a
millones de hogares que viven en la miseria, y que ante el escaso y tardío
apoyo gubernamental debe recurrir a sus propios ahorros para sortear estos días
de desempleo masivo, desprotección y hambre.
Piñera, porfiado como él solo,
desconoce que la inmensa mayoría de los chilenos quiere acabar con el nefasto
sistema de ahorro previsional que sólo ha servido para enriquecer a las grandes
compañías administradoras y aportar plata fresca a grandes empresas, dentro y
fuera de nuestro país, a cambio de entregar pensiones de miseria.
Todo indica que Sebastián está
golpeado. Su ego fue arañado por el reciente voto del Apruebo (78%) con el cual
se da inicio al entierro de su tan amada Constitución pinochetista, su desaprobación
subió al 75% (Cadem, octubre 2020), y para más remate le entró agua a la sala
de máquinas, pues no controla su coalición donde es duramente criticado por sus
partidarios. Miope, sordo y narciso, como él solo, mandó al congreso un
proyecto alternativo cargado a la letra chica y que en la práctica no es más
que un préstamo que se les hace a los afiliados con su propio dinero. Una burla;
una más.
El empresario Piñera está más
empeñado en defender a las AFP, creadas por su hermano José, que permitir a los
chilenos acceder a sus propios ahorros. Olvida que la calle está ojo avizor, que
la ciudadanía despertó -esa que lo honra con sus cánticos masivos cuando lo
comparan con el tirano-, y que la gente no va a permitir que le escamoteen su
dinero, esos pesitos que tanto le ha costado juntar.
La movida de Sebastián es más
grave, pero como él es corto de vista y carece de empatía con los dolores del
pueblo, no ha reparado en las consecuencias que le puede acarrear, a él y al
sistema político institucional. En la práctica busca un enfrentamiento con el
Poder Legislativo quien, en este contexto tiene el apoyo de la ciudadanía,
mientras él se queda cada vez más solo, no tiene agenda política, no gobierna y
apenas es capaz de administrar dos o tres cositas menores. Ya algunos en los
pasillos del Congreso usan de manera reiterada la palabra “interdicto” (persona
declarada incapaz para actuar en la vida jurídica) para referirse a quien está
tan desconectado de la realidad social y política del país que debería dar un
paso al costado.
Su idea de enviar al TC el proyecto de la
oposición la convierte en un nudo gordiano y rayana en la estupidez, porque
dicho organismo no puede declarar inconstitucional un proyecto que fue aprobado
con el quórum que la propia Carta Magna establece para estos efectos. Es como
si tuviera que decretar: “Es inconstitucional porque es constitucional”. Se
parece mucho al magnífico titular del diario Fortín Mapocho cuando aludió a la
derrota del tirano en el plebiscito del 88: “Corrió solo y llegó segundo”.
¿Acaso Sebastián no ve la tele como para que se
entere de que en Guatemala la población indignada quemó el Congreso por una reducción de
recursos para la salud y la protección social, la atención maternal e infantil,
los tratamientos para el cáncer y la desnutrición; que en Perú las
movilizaciones ciudadanas bajaron a tres presidentes de la república en una
semana; que el pueblo boliviano aprobó por aplastante mayoría la candidatura de
un representante del MAS (Movimiento al Socialismo)? En este momento yo no le
recomendaría que fuese a tomarse una fotito a la Plaza de la Dignidad.
Piñera pende de un hilo y si los congresistas
tienen la entereza suficiente y el coraje que les demanda la Historia, tomarán
las tijeras del caso, porque Sebastián acaba de bajar el último peldaño y está
en la calle.
Carlos F. Reyes
Profesor de Estado en Castellano